Medidas sin precedentes en la UE contra la «economía de usar y tirar»
La UE ha dado a conocer su plan maestro para ir más allá del «usar y tirar» instaurado en la economía actual. A pesar de la ausencia de objetivos para reducir el impacto de nuestro consumo, la estrategia es una oportunidad única para transformar la forma en que fabricamos y usamos nuestros productos de manera que beneficie a las personas y al planeta.
El Plan de Acción de Economía Circular (PAEC) de la Comisión Europea es la propuesta más ambiciosa e integral jamás presentada para reducir el impacto ambiental y climático de nuestros productos y actividades económicas.
La UE tiene la responsabilidad política de reducir el uso de recursos, así como las emisiones de carbono y otros impactos ambientales resultantes de patrones de producción y consumo derrochadores, han recordado desde la Oficina Ambiental Europea (EEB por sus siglas en inglés).
La estrategia describe la necesidad de una cadena de valor verdaderamente responsable, desde el diseño y la fabricación del producto hasta la reducción de la toxicidad y la eliminación de residuos. También se dirige específicamente a algunos de los grupos de productos con las mayores huellas ambientales, incluidos los textiles, la electrónica, las baterías, la construcción, el embalaje y, aunque de manera menos prominente, también los muebles y los automóviles.
Las medidas propuestas tienen como objetivo convertir los productos sostenibles en la norma y combatir la obsolescencia prematura. Por ejemplo, los requisitos mínimos de reparabilidad destinados a facilitar el desmontaje de los teléfonos inteligentes prolongarán considerablemente su vida útil.
La UE también quiere establecer un objetivo de reducción del desperdicio de alimentos y promete terminar con el sobreenvasado y la contaminación por microplásticos.
Mientras elogia la estrategia, y a pesar de la introducción de un objetivo para duplicar la participación de materiales secundarios en la economía para 2030 (tasa de uso de material circular), la EEB lamenta que no se haya establecido un objetivo para reducir el uso de recursos y sus impactos en términos absolutos. También faltan objetivos de prevención de residuos para empresas e industrias.
“El Plan de Acción de Economía Circular puede ser un punto de inflexión para la sostenibilidad y la acción climática en Europa, lo que con suerte inspirará al resto del mundo. Muestra que el cambio sistémico que las personas y el planeta necesitan está al alcance.
Ahora las instituciones y los gobiernos de la UE deben convertir estas promesas en leyes para garantizar la reducción absoluta de las emisiones de carbono y el uso de los recursos. Solo tenemos un planeta y, sin embargo, consumimos recursos como si tuviéramos tres. Es hora de hacer más con menos», ha expresado Stephane Arditi, gerente de políticas de EEB para la economía circular.
“La propuesta cumple casi todos los requisitos, pero no apunta explícitamente al consumo excesivo de recursos en Europa. Sin objetivos vinculantes para toda la UE, los gobiernos corren el riesgo de perder impulso y descuidar el objetivo fundamental de reducir nuestra huella de consumo», ha remarcado Arditi sobre la oportunidad perdida de tener un objetivo para el uso de recursos y la generación de residuos.
Recientemente, la EEB criticó a la Comisión Europea por publicar una propuesta mucho menos ambiciosa para alcanzar emisiones netas de carbono cero para 2050.