Biohidrógeno: asequible y ecológico, pero todavía en segundo plano
- El biohidrógeno puede ayudar a hacer frentea uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector del hidrógeno, que es descarbonizar su producción.
La Asociación Europea de Biogás, en colaboración con expertos en biogás, está lanzando un libro blanco sobre la sostenibilidad, asequibilidad y accesibilidad del biohidrógeno para apoyar su producción y uso en Europa. Junto con el biogás y el biometano, el biohidrógeno será clave para satisfacer plenamente las necesidades energéticas de varios sectores y respaldar las estrategias de mitigación climática de Europa. “ Debido a su capacidad única para eliminar el carbono de la atmósfera, el biohidrógeno está bien posicionado para ayudar a los sectores con opciones de descarbonización limitadas a lograr la neutralidad de carbono. Además, los productores de biogás están interesados en diversificar su producción y aumentar aún más la flexibilidad de las plantas de digestión anaerobia”, destaca Marina Pasteris, Technical and Project Officer de EBA.
Se espera que el hidrógeno juegue un papel importante en el esfuerzo por alcanzar la neutralidad climática para 2050, como lo reconoce la Estrategia de Hidrógeno 2020. Sin embargo, uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector del hidrógeno es descarbonizar su producción. Más del 95 % de la capacidad europea de producción de hidrógeno en 2020 se derivó de combustibles fósiles, mientras que la producción de hidrógeno verde representó menos del 1 %.
El biohidrógeno, un tipo de hidrógeno verde derivado o producido a partir de biogás y biomasa, puede contribuir a la descarbonización de la producción de hidrógeno en Europa. A diferencia de las otras formas de hidrógeno, el biohidrógeno puede tener cero o incluso carbono negativo si se obtiene de materias primas como desechos y estiércol. Además, dependiendo de la tecnología de biohidrógeno, la producción de biohidrógeno puede generar coproductos como dióxido de carbono biogénico puro, digestato o biocarbón. Este proceso apoya aún más la descarbonización de las industrias, contribuyendo a la economía circular y ayudando a almacenar carbono de forma permanente en el suelo.
El biohidrógeno se puede generar a partir de biogás de producción nacional, lo que reduce la necesidad de importar gas y mejora directamente tanto la seguridad del suministro como la independencia energética de Europa . Por ejemplo, en áreas rurales donde podría haber una necesidad futura de hidrógeno, se puede producir biohidrógeno a partir de biogás o biometano crudo para proporcionar una fuente local de energía verde. Esto también ayuda a reducir la exposición a los precios volátiles del gas natural.
Además de sus beneficios ambientales, el biohidrógeno se puede obtener a un menor coste de producción que otros tipos de hidrógeno verde. El coste de producción de biohidrógeno oscila actualmente entre 1,15 EUR y 9,65 EUR/kg H2, mientras que el coste de producción de hidrógeno verde a partir de electrólisis fluctúa entre 2,51 EUR y 11,94 EUR/kg H2.
“A medida que la Unión Europea avanza hacia el establecimiento de un mercado único de energía, se encuentra en un punto crítico en el desarrollo de las leyes que rigen el futuro del biohidrógeno. El biohidrógeno es un producto innovador y el marco regulatorio carece de impulsores para alcanzar la madurez comercial. Los objetivos fijados en la REDIII para la industria y el transporte se centran en el hidrógeno de los RFNBO , discriminando activamente al biohidrógeno. La directiva no presenta hasta la fecha una definición inclusiva de hidrógeno renovable que cubra todas las vías de producción posibles, como el biogás crudo y el reformado con vapor de biometano, señala Giulia Cancian, secretaria general de la EBA.